Termina este sábado 30 el alojamiento de boricuas costeado por FEMA





Doña Betzaida Correa comenzó a hacer las maletas, pero desconoce cuál será su rumbo a partir de mañana sábado cuando tendrá que abandonar el hotel que hace meses le sirve de refugio, en el estado de Florida, a donde llegó buscando auxilio y tras salir de la Isla en medio del caos que el huracán María provocó en su vida y en su hogar.
La mujer, de 56 años y paciente de una enfermedad crónica, se siente desamparada, angustiada y abandonada por el gobierno federal, luego que recibiera una notificación por parte de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) en la que se le advertía que podrá pernoctar en la hospedería, ubicada en Altamonte Springs, hasta la noche del sábado 30 de junio. 
Pero, doña Betzaida -quien se fue sola a Estados Unidos tras una oferta para participar del programa de Asistencia de Alojamiento Transitorio (TSA) de la agencia federal-, no tiene a dónde ir; tampoco quiere regresar a Puerto Rico, pues en Florida cuenta con mejores servicios médicos.
“Vivía en una casa pequeña de madera y tras el paso del huracán María y la lluvia que trajo, ahora mi casa está llena de hongo y se cuela el agua. (Además) padezco de epilepsia y tengo un marcapaso, entre otras condiciones. No quiero regresar en estos momentos. Amo mi isla, pero en estos momentos no cuenta con los recursos para poder mantener un buen estado de salud”, detalló quien es oriunda de Humacao.
Doña Betzaida es una de 5,076 personas (1,827 familias) que aún participan del programa de TSA a través de hoteles y moteles ubicados en 29 estados de Estados Unidos y en Puerto Rico.
Portavoces de FEMA han hecho hincapié en que el beneficio no se extenderá, como ocurrió en otras instancias.
El estado de Florida es la jurisdicción con mayor número de familias refugiadas (617), seguido por Puerto Rico (560), Massachussetts (263) y Nueva York (127).
Otros refugios están ubicados en lugares como Georgia, Texas, California, Connecticut, New Jersey, Ohio, Illinois, Carolina del Norte y Carolina del Sur, entre otros.
Según datos ofrecidos por FEMA a Primera Hora, más de 19,000 personas (7,029 familias) se acogieron al programa en el que, hasta la fecha, se invirtieron más de $83 millones.
Se informó que los participantes que se refugiaron fuera de la Isla, tienen la opción de regresar con gastos pagos de pasajes por parte de FEMA.
Sin embargo, se desconoce cuántos se acogieron a la oferta que, en casos como doña Betzaida, no es factible pues en Puerto Rico no tienen un hogar seguro.
La agencia informó, en cambio, que 691 de los desplazados cualificaron para recibir asistencia financiera para alquiler de vivienda de FEMA durante dos meses. Mientras, otros 230 retiraron sus solicitudes de asistencia federal por desastre, unos 65 no pudieron demostrar que vivían en la dirección que pusieron en su solicitud de ayuda, no tuvieron contacto con el inspector de la agencia o la propiedad reclamada no era su residencial principal.
Todas estos factores, según Delyris Aquino, portavoz de prensa de FEMA, inciden a la hora de denegar un servicio.
También está el caso de personas como Beatriz García, refugiada en el Parador Palmas de Lucía en Yabucoa, quien tiene sentimientos encontrados por lo que será su futuro a partir de mañana, cuando abandone la hospedería que le ha servido como hogar desde el pasado mes de enero.
“Llegué aquí porque, aunque no se fue el techo de mi casa, las condiciones en que quedó la estructura no son las adecuadas. Se levantaron las losetas, se rompieron unas puertas y para colmo cuando llegó la luz hubo un cortocircuito que me dejó sin electricidad en la mitad de la casa… además, el liqueo hizo que hubiera hongos”, detalló García, residente de Las Piedras.
Aunque aún no ha podido rehabilitar su hogar dijo estar preparada para abandonar la hospedería pues esta misma semana recibiría un dinero otorgado por FEMA para esos fines. 
“Pero dentro de todo, aquí nos han tratado muy bien. Hasta nos han hecho cenas y desayunos para fechas especiales. Ahora vamos a ver cómo nos va”, dijo en referencia a las atenciones recibidas en el parador.

Fuente: Primera Hora/Bárbara Figuroa Rosa

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